ZyanyaM
El hombre es uno, el río es uno, el astro es uno.
Uno, uno, uno.
Hay un infinito de uno.
¡Y no hay ni un dos!
Antonio Porchia (Voces)
Uno, uno, uno.
Hay un infinito de uno.
¡Y no hay ni un dos!
Antonio Porchia (Voces)
Sicilia y a los pocos católicos que me han trastocado...
LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA
En el zócalo de Cuernavaca a Sicilia sólo le importaba esclarecer los hechos del asesinato de su hijo pero al esperar, rezar, convocar y escuchar los testimonios de otros padres adoloridos, el ritmo entre ascesis y mística devino en marcha y caminó el quinto día de mayo desde Cuernavaca hasta la ciudad de México.
Quiote, flor del maguey; sagrada.
Su tallo duro aparece en los murales de Bonampak
dondese utiliza como trompeta
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Recorrió 80 kilometros, pasó por pueblos, recibió quiotes sagrados y escuchó a las
víctimas que se multiplicaban con los días.
Quería dialogar con la sociedad entera con víctimas y políticos, presidente y narcotraficantes, amas de casa, sicarios y estudiantes. En esa fisura que produce el paso de la idea al acto nació El movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Acompañan a Sicilia en su marcha silenciosa de 4 días: sacerdotes emblemáticos - el padre Solalinde y Miguel Concha-; un líder mormón Julián Le Barón; Sergio Rodríguez Lascano (asesor de Marcos), campesinos de San salvador Atenco con todo y machetes, la policía comunitaria de Guerrero; dirigentes del 68 y todos los sectores sociales incluyendo zapatistas. No debería de extrañar este apoyo, paralelos son los dos líderes-poetas y profundos sus lazos. En efecto el intercambio epistolario entre el subcomandante Marcos y Sicilia desembocá el 8 de mayo en un eco indígena. Después de una década lejos del mundanal ruido, 20 mil Zapatistas salieron de los Caracoles a las calles chiapanecas para refrendar su apoyo a la marcha por la Paz. Rememorando quizás aquella entrada, que se diera el 12 de enero de 1994, cuando encapuchados tomaron con rifles de madera las calles de San Cristóbal de las Casas.
Quería dialogar con la sociedad entera con víctimas y políticos, presidente y narcotraficantes, amas de casa, sicarios y estudiantes. En esa fisura que produce el paso de la idea al acto nació El movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Acompañan a Sicilia en su marcha silenciosa de 4 días: sacerdotes emblemáticos - el padre Solalinde y Miguel Concha-; un líder mormón Julián Le Barón; Sergio Rodríguez Lascano (asesor de Marcos), campesinos de San salvador Atenco con todo y machetes, la policía comunitaria de Guerrero; dirigentes del 68 y todos los sectores sociales incluyendo zapatistas. No debería de extrañar este apoyo, paralelos son los dos líderes-poetas y profundos sus lazos. En efecto el intercambio epistolario entre el subcomandante Marcos y Sicilia desembocá el 8 de mayo en un eco indígena. Después de una década lejos del mundanal ruido, 20 mil Zapatistas salieron de los Caracoles a las calles chiapanecas para refrendar su apoyo a la marcha por la Paz. Rememorando quizás aquella entrada, que se diera el 12 de enero de 1994, cuando encapuchados tomaron con rifles de madera las calles de San Cristóbal de las Casas.
La marcha fue encabezada por el comandante Tacho, así como por una docena de integrantes del Comité Clandestino Revolucionario Indígena. Foto Cuarto oscuro, Ángeles Mariscal |
A la marcha asistieron habitantes de los caracoles Zapatistas: Oventic, La Garrucha, Morelia, La realidad y Roberto Barrios. Foto Cuarto oscuro, Ángeles Mariscal |
La
búsqueda de un diálogo para reconstruir el entramado social recuperando lo
humano no es nueva en Sicilia. En
enero del 2011, sin imaginar que la visión del mal descrita en su novela
encarnaría en su presente, festejaba en una entrevista para el periódico La
Jornada el nacimiento de CONSPIRATIO afirmando:
“Queremos dialogar con la izquierda, los liberales, la derecha, los
historiadores; tenemos la intención de dialogar desde nuestras posturas y
tratar de articular un nuevo discurso, de recapitular este parteaguas histórico
que vivimos”. La revista,
aseguraba el poeta, continuaba el trabajo que había desarrollado 15 años antes
con la revista IXTUS donde también había sido el director. Ignoraba que el ayer y el mañana se
convocaban en una revista, que pasaba del pez al diálogo y que no es lo mismo
hablar con palabras escritas que con políticos y más de 60 mil muertos.
En
efecto si las metáforas hablaran contarían que Ixtus es el acrónimo griego para
Jesucristo hijo de Dios salvador y que la palabra fue utilizada como contraseña
por los cristianos perseguidos que gustaban de juntarse y hacer comunidad: "Donde dos o más se reúnan en mi nombre ahí estoy yo". Contarían también que Conspiratio
(antecedente de la voz conspiración) era una corespiración de alientos, de espíritus que iniciaba con un beso en
la boca para crear y recrear una atmósfera donde las diferencias quedaban
abolidas. Aunque frágil y,
corrompible por el poder, por un instante dejaban de existir amo y esclavo,
gentil o judío, hombre o mujer. Si las metáforas hablaran dirían, como el verso de Borges, que "el porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer".
La búsqueda de
“conspiratio” es la lógica de los besos y reclamos de Sicilia. Como el que le dio a Beltrones en el
Castillo de Chapultepec el 28 de julio de 2011, donde después de 6 horas de
lágrimas, repartición de responsabilidades y omisiones se concluyó con la
posibilidad de acuerdos entre los que destacaban la reforma política.
También es el origen de los besos y
señalamientos (texto íntegro leído por Sicilia a los candidatos) que repartió este verano a los candidatos presidenciales. Ahí la izquierda, me incluyo, nos enojamos con el poeta cuando criticó al
candidato de las izquierdas AMLO de intolerancia, sordera y confrontación,
pronunciándose por el voto nulo.
Ese día 28 de mayo yo escribiría un tweet donde revelaba toda mi
frustración: @Zyanyamariana Tiene razón 60 mil muertos y todo el dolor no cabe
en las urnas, y sin embargo poeta usted se equivoca #todosavotar. En esa coyuntura política, período de
elecciones, yo una mujer de izquierda secular olvidé la posición de los
creyentes que saben que la resistencia civil usada como medio de presión para
concretar pactos y acceder al poder, convierte al luchador en opresor.
Fue esta y no otras razones especuladas por prestigiados analistas políticos, como la columna de Julio Hernández, Astillero, donde abrevó el poeta para separar a López Obrador; el político, de Andrés Manuel; el hombre: “Andrés Manuel no representa más que a Andrés
Manuel. Yo lo respeto pero es impotente y mientras también sea solidario con
los criminales que tiene en sus filas cómo le voy a creer”.
Las visiones de
un político y de un místico suelen bifurcarse, por eso sólo una vez durante la primavera del
2005, en tiempos del desafuero, Sicilia espresaría, en sus artículos de la
Jornada, un apoyo explicito al tabasqueño “Hoy,
aunque no se sea un perredista, ni se simpatice con López Obrador, salir a las
calles, tomar parte en los movimientos de resistencia civil, es un acto de
dignidad democrática, una toma de posición moral ante el poder que excluye y
una reactivación de la parálisis democrática que toda institución política
tarde o temprano genera.” Fue
un apoyo que no volvió a darse, pues el poeta como el EZLN se han enfrentado a las izquierdas parlamentarias
más preocupadas por alianzas inmediatistas y conservación de sus fueros que por
cambios estructurales para los ciudadanos y la nación.
Campaña del Movimiento con Justicia y Dignidad para recolectar fondos y brindar asistencia a las víctimas de la violencia, agosto 2011 |
¿Qué fuerzas impulsan a este hombre a recorrer el país, de centro a norte y de centro a sur, buscando cual Quijote desfacer agravios? A diferencia de hace un año cuando afirmaba para Gatopardo que la “Iglesia era una puta pero era su madre, la "casta meretrix” este año en una entrevista al Reforma, Sicilia afirmaría "La muerte de mi hijo puso a prueba mi vínculo con lo religioso”. Comparaba su estado con una parábola budista que afirma que para cruzar de una orilla a otra necesitas una barca, pero en cuanto cruzas y llegas a la otra orilla la barca se vuelve innecesaria. "Cuando mataron a mi hijo, -continúa- yo ya estaba del otro lado.” Después añade: “Lo que me enseñó la religión ya no me es importante, porque comprendí la dimensión de Cristo; el amor.”
Cristo es uno, dice San
Pablo, que se expresa en diferentes carismas, así para Sicilia el amor de
Cristo no se limita a la contemplación, como en San Juan de la Cruz, él
necesita del diálogo, del disentir, de la gratuidad, del darse al otro. No basta con la aparente libertad, sabe como su maestro Iván Ilich (1926-2002), que tanto el liberalismo como la democracia “ocultan una
forma totalitaria disfrazada de libertad que destruye el “esqueleto
espiritual y moral del hombre”. Esa destrucción es obra de la
técnica y del mercado, que oprimen al individuo a través de “la producción, el
consumo, la publicidad y la manipulación ideológica”.
De hecho su modelo está más cerca de la parábola del buen samaritano, Lucas 10-25, mutatis mutandis dice así: Un legista se levantó para poner a prueba a Jesús y le preguntó ¿Quién es mi prójimo al que debo amar como a mi mismo? Jesús respondió con el siguiente cuento: Iba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que después de despojarle y golpearle se fueron dejándole medio muerto. Casualmente bajaba por aquel camino un sacerdote quien al verle dio un rodeo. De igual forma hizo un Levita al pasar por el sitio. Pero un Samaritano, originario de Samaria, (un extranjero que no sacrificaba en el templo como lo prescribe la ley mosaica), que transitaba por el camino, al verle tuvo compasión. Se acercó, le vendó las heridas con aceite y vino, lo montó a su jumento y lo llevó a una posada donde cuidó de él. Al día siguiente sacando dos denarios le dijo al posadero: cuida de él y si gasta más yo te lo pagaré a mi regreso. ¿quién de esos tres, preguntó Jesús al Legalista, fue un verdadero prójimo?
De hecho su modelo está más cerca de la parábola del buen samaritano, Lucas 10-25, mutatis mutandis dice así: Un legista se levantó para poner a prueba a Jesús y le preguntó ¿Quién es mi prójimo al que debo amar como a mi mismo? Jesús respondió con el siguiente cuento: Iba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de salteadores que después de despojarle y golpearle se fueron dejándole medio muerto. Casualmente bajaba por aquel camino un sacerdote quien al verle dio un rodeo. De igual forma hizo un Levita al pasar por el sitio. Pero un Samaritano, originario de Samaria, (un extranjero que no sacrificaba en el templo como lo prescribe la ley mosaica), que transitaba por el camino, al verle tuvo compasión. Se acercó, le vendó las heridas con aceite y vino, lo montó a su jumento y lo llevó a una posada donde cuidó de él. Al día siguiente sacando dos denarios le dijo al posadero: cuida de él y si gasta más yo te lo pagaré a mi regreso. ¿quién de esos tres, preguntó Jesús al Legalista, fue un verdadero prójimo?
"Mi padre, Óscar Sicilia, me heredó una fortuna: Cristo, el humor y la poesía". Sicilia, junio 2011. Foto Ramiro Chaves |
El padre Sol, como le llaman a Solalinde se unió al llamado de Sicilia
y junto a Miguel Concha, otro sacerdote emblemático, marcharon el 8 de mayo.
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Para entender a cabalidad la parábola del Samaritano habría que remitirla a un ejemplo actual. En clase, con todo y estupor de mis alumnos, suelo decir que la buena madre no es aquella que sólo cuida de sus hijos sino la que se parece a la tierra que alimenta a todos sin juzgarlos. Añado que es como esa mujer de la camioneta que le da al niño de la calle los dulces que le quitó a su hijo para que no le hagan daño. Se cree buena porque saca el aparente mal de su casa. Pero al depositarlo en la calle, en otro niño más indefenso, no se da cuenta que terminará por alimentar las diferencias de clase y en el porvenir el rencor social y la violencia. Para entender la parábola de otra forma habría que recordar a Gandhi cuando le decía a un hindú, ávido de perdón por las matanzas interreligiosas, que criara a un niño musulmán bajo las leyes del Islam. Hoy en cambio los políticos mexicanos, con el mismo desprecio de los griegos hacia los bárbaros, de los conquistadores hacia los indígenas, mandan con el desempleo y la concentración de capitales a los jóvenes al matadero y luego los acusan de Sicarios. Hoy el poeta recorre los Estados Unidos, porque "ellos ponen las armas y nosotros los muertos", lo acompaña en su travesía Bob Dylan que, como él, sabe que aún hay esperanza pues "No es
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad |
También pienso que deben abrirse las fronteras para el libre tránsito de los seres humanos, tal como circulan las mercancías y los capitales. Pues estoy convencida que somos de todas partes, que el origen es hacia donde vamos y no de donde venimos, y que sólo es perfecto aquel para quien el mundo entero, amado y asombroso, es como un país extranjero.
Conspiratio o los diálogos de Sicilia (parte I y primera)
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