viernes, 10 de julio de 2020

7. Nuevas voces Narrativas, Andrea Horcasitas


LA CREACIÓN DEL MUNDO


ANDREA HORCASITAS

Andrea era silenciosa en clase, entendería después que le gustaba observar y actuar. La vida estaba más allá de las aulas, de los libros e incluso de las palabras. En aquel entonces trabajaba en pro de los Derechos Humanos y dedicaba sus afanes a la construcción de espacios públicos; entendía que a partir de ellos es posible redefinir las acostumbradas narrativas que describen las comunidades olvidadas.
Ahora, en plena pandemia del COVID19, Andrea recolecta cajas de cartón que llena de víveres y alimentos para entregarlas a los más vulnerables de la ciudad de México: trabajadoras del hogar, repartidores de plataformas digitales y personas en situación de calle. Posteriormente han ido incluyendo a los trabajadores de mercados, como el mercado de artesanías de la Ciudadela, y auxiliares de limpieza que han perdido sus empleos por las medidas del confinamiento.
Este proyecto llamado #RodandoAyuda surge de una conversación entre amigues; deseaban reaccionar ante la urgencia y pensaron originalmente en un centro de acopio. La idea era crear redes de solidaridad que resolvieran lo emergente para posteriormente dedicar sus esfuerzos a los problemas permanentes que dejará la pandemia y las medidas para mitigarla. Nunca imaginaron los alcances de esa idea solidaria...
Les presento a Andrea Horcasitas*…






LA CREACIÓN DEL MUNDO

Hace ya miles de años, el cielo y la tierra se encontraban unidos. Cielo era feliz, puesto que no conocía nada más y amaba a Tierra con locura. No obstante, Tierra no estaba contenta, pues sentía que a ella le faltaba algo. Una noche, Tierra soñó con los árboles y a la mañana siguiente los creó. A Cielo no le gustó que Tierra permitiera que los árboles clavarán sus raíces en ella para vivir y entonces se alejó un poco. Tierra estaba feliz con los árboles pero, después de un tiempo, volvió a sentir que algo faltaba. Otra noche, Tierra soñó con el mar y los ríos y a la mañana siguiente los creó. Al ver que Tierra sacrificaba parte de su cuerpo para que el mar y los ríos estuvieran junto a ella, Cielo se preocupó y pidió a Tierra que se detuviera. Tierra no lo escuchó y entonces Cielo se alejó todavía más. Noches después, Tierra soñó con los animales y a la mañana siguiente pobló todo su cuerpo de su presencia. A Cielo le horrorizó tal hecho, pues temía que los animales fueran a dañar a su amada, pero nuevamente Tierra hizo caso omiso de sus preocupaciones y Cielo se alejó más. Por mucho tiempo, Tierra estuvo feliz con los árboles, el mar, los ríos y los animales, y no se percató de que Cielo pasaba cada vez menos tiempo con ella. Durante estos años, todo estaba en orden. Pero Tierra no tardó en sentir que algo le faltaba y entonces creó al ser humano. Cielo, al ver lo destructivos que eran los humanos y el daño que le hacían a su amada, se enfureció con Tierra y se alejó por completo. Tierra estaba feliz con sus creaciones y no le preocupó el hecho de que Cielo se alejara. Pero pronto Tierra se dio cuenta que sus creaciones morían por la obscuridad que las rodeaba y entonces creó al sol. El sol era demasiado caliente para el cuerpo de Tierra y por lo tanto sus aguas comenzaron a evaporarse, sus árboles a quemarse, sus animales y humanos a ahogarse con el humo. Cielo, al ver tal tragedia, pidió al sol que estuviera junto a él y sacrificó su cuerpo entero para salvar a Tierra, y así nació el día. Al ver a Cielo quemarse, Tierra creó la luna para apagar el fuego del sol y entonces nació la noche. Con el paso de los años, Tierra recuperó su cuerpo y sus creaciones vivieron una vez más. Desde entonces, Cielo se sacrifica todos los días con el fuego del sol y se recupera ante los rayos de la luna para hacer feliz a su amada.

*Para saber más de #RodandoAyuda, de sus despensas y de las fomas en las que puedes contribuir, aquí



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