sábado, 8 de junio de 2019

Cine: Shadow 影, Zhang Yimou (1era parte)



Shadow 影
Zhang Yimou
China 2018

(Primera parte)

Máscaras e imágenes, el cine de Zhang Yimou 

北方有佳人,絕世而獨立。
一顧傾人城,再顧傾人國。
寧不知傾城與傾國。
佳人難再得。
 
En el norte hay una belleza; superando el mundo, ella está sola.
Una mirada suya destruirá una ciudad; otra mirada derrocará una nación.
No se puede saber si va a ser una ciudad o una nación la que será derrocada.
Pero sería difícil contemplar tanta belleza otra vez.  
anónimo, Dinastía Han
 



Pocos países del siglo XX tienen un director de cine que los represente, en sus convulsionados cambios políticos y sociales, como Zhang Yimou (X'ian, China continental 1951) lo ha hecho con China. Junto a grandes directores como Chen Kaige (Adiós a mi concubina 1993, El emperador y el asesino 1999) y Tian Zhuangzhuang (El ladrón de caballos 1986, El papalote azul 1993), conforma la llamada Quinta generación del cine chino (1980-1990).
    La expresión se refiere a un grupo de jóvenes que vivieron la Revolución cultural (1966-1976), posteriormente ingresaron a la Academia de cine de Pekín, después de su reapertura en 1978, y egresaron en 1982 con una nueva propuesta estética que les daría fama internacional y nos brindaría algunas de las más bellas imágenes cinematográficas del siglo XX. El grupo se disolvió con las protestas y la matanza de la plaza de Tiannanmén en 1989. 


红高粱 (honggaoliang),
Sorgo Rojo 1986, de Mo Yan (
莫言
Con un pie en la crítica y otro en la lealtad al Estado, entendido quizás desde los valores confucianos, uno de los más prolíficos fue Zhang Yimou. Tras la revolución cultural, y durante diez años, trabajó en granjas y como operario textil y  entró tarde a la Academia de cine. Con sus 28 años sobrepasaba la edad de ingreso, pero se inició como operador de cámara. Tan sólo tres años después de su participación como fotógrafo en la película Tierra amarilla (1984), de su compañero Chen Kaige, debuta como director con la película Sorgo Rojo (1987).

Basada en la novela homónima (
高粱家族1986)
del escritor Mo Yan, premio nobel de literatura 2012. La película en tonos rojos cuenta la historia de una campesina que sus padres casan con un leproso de 50 años de campos de sorgo y de una destilería, a cambio de una mula. Un bandido en el camino, un cargador que la desea y el jefe de la destilería cambian su destino en afortunada vida hasta la invasión japonesa.

Premiada con el oso de oro de Berlín en 1988, esta primera película despliega tres elementos que acompañarán casi toda la filmografía del director : 1) La fortaleza de las mujeres; 2) la ambigua relación entre el poder y la tradición y 3) la existencia vista como una simulación, como un artificio; como un juego de máscaras.

 
大红灯笼高高挂 (Dà Hóng Dēnglóng Gāogāo Guà)
La linterna roja
o Esposas y concubinas
1990, de Su Tong (苏童


1. LA FORTALEZA DE LAS MUJERES
La fortaleza del carácter femenino está presente en toda la obra de Zhang Yimou. A veces aparece como fuerza pueril y son niñas o pubertas quien la encarnan (Ni uno menos, 1999). A veces, son jóvenes (Camino a casa 1999) o mujeres maduras de diversos contextos: republicanas rurales (Ju Dou, 1990 y Sorgo Rojo, 1987), urbanas tradicionales (La linterna Roja 1991) y modernas ( La joya de Shanghái 1995). La fortaleza aparece también en sus guerreras (Héroe 2002, La casa de las dagas voladoras 2004) o en sus prostitutas (Las 13 flores de Nanjing 2011). Sin embargo, es posible dividirla en dos grandes ciclos o musas. 


 活著 (Huozhe),
Vivir 1993, de Yu Hua (余华

 
El primer ciclo, donde prevalece el rojo, lo encarna Gong Li. La actriz de fama mundial (2046 de Wong Kar Wai, 2004; Memorias de una geisha de Rob Marshall 2005; Shanghai de Mikael Hafström 2010) debutó con Zhang Yimou en Sorgo rojo. Pareja del director hasta La joya de Shanghai de 1995, se reunirán posteriormente en la Maldición de la flor dorada (2006) y en Regreso a casa (2014).
    Los temas de este primer período aluden a la convulsionada historia de China durante la primera mitad del siglo XX: la creación de la República; la Guerra civil; La República popular; el Gran salto adelante y la Revolución cultural. Quizás, la más representativa de este recorrido histórico sea  la película ¡Vivir! (1994); sutil fresco social que narra la historia del país de la década de los 40 a los 80.

 

我的父亲母亲 (wǒde fùqin mǔqin)
Guión Bao Shi, a partir de su novela Recuerdos



2- LA AMBIGUA RELACIÓN ENTRE EL PODER Y LA TRADICIÓN

Con Zhang Ziyi, la segunda musa, se inicia un nuevo período en el cine de Zhang Yimou que ha sido señalado como nacionalista y comercial, pero que en realidad responde al nuevo período político y económico de China, iniciado en la década de los 90 con los enclaves económicos capitalistas y posterior a la matanza en Tiannanmén.
    De ahí, que su cine presnete por un lado, las diferencias entre el campo y la ciudad, como sucede con las dos películas de 1999 Ni uno menos y El camino a casa. En ambas películas resalta el contraste entre el sombrío presente, mostrado en blanco y negro casi cual documental, y el despliegue de color de un pasado añorado.
    Por otro lado, los ambientes íntimos casi teatrales de su primer período, que evocan la opera de Pekín y donde expone las estructuras costumbristas que convierten a las víctimas en cómplices perpetuadoras del poder (unas palabras indiscretas en La linterna roja, o el hijo lleno de odios por los amantes en Ju Dou), se transforman en ambientes cotidianos unidos a mundos de leyenda. Zhang Yimou, invoca, con objetos cotidianos y el uso del color, tanto mecanismos de la memoria como un cierto nacionalismo jerárquico de carácter confuciano; el uso del verde en La casa de las dagas voladoras 2004,
o el amarillo en La maldición de la flor dorada 2006. Quizás, el caso más emblemático de este proceso sea la película HLos tres reinosan en la saga de "ama representacis vero que en realidad responde al nuevo perXX, iarca las tréroe 2002, catalogada como cine Wuxia. 


英雄 (Yīng Xióng) 2000
Guión: Li Feng,
Wang Bin y Zhang Yimou

El género wuxia (武俠), literalmente “caballero errante” es paralelo a lo que en occidente se conoce como representación épica, pero que en Asia se mezcla con valores religiosos y místicos.

Después de la revolución china, el cine wuxia se refugió en Taiwán y Hong Kong, sin embargo, sus raíces se remontan a la fragmentación política del Imperio Han (220-265 d.e.c.), período histórico recopilado y descrito por Chen Shou y conocido como “Registro de los Tres reinos o Sanguo Zhi” (
三国志 siglo III).
    Estas historias sirvieron de base para una importante tradición oral de héroes de espada y guerra que desembocó siglos más tarde en la saga o Romance de los tres reinos (
三國演義 1330); un clásico de la literatura china.  
    Escrita en el siglo XIV, forma parte de los cuatro Libros extraordinarios de las dinastías Ming y Quing: A la orilla del agua (水滸傳 1373); Viaje al oeste (西遊記 1590) y El sueño del pabellón rojo (紅樓夢/楼梦 1790); algunos incluyen la novela erótica Jin Ping Mei o el ciruelo en el vaso de oro (金瓶梅 1610).
 

La saga de Los tres reinos es comparable en importancia y reverberación a la epopeya griega de la Iliada (VIII a.e.C); subsiste empero, una pequeña diferencia. Mientras que la cosmología que rodea la guerra de Troya está muerta, los preceptos budistas mezclados a la mitología taoísta y las fantasmagorías del Jianghú — literalmente , término que generalmente se refiere al mundo antiguo y mitológico de las artes marciales y  literalmente significa “ríos y lagos” 江湖— siguen vivas en el incienso fervoroso que se quema en los templos de las ciudades modernas chinas. Hablamos de una continuidad histórica, ambigua como todas las continuidades, que va de la dinastía Tang hasta nuestros días.


十面埋伏 (shí miàn mái fú)
Guión: Li Feng, Zhang Yimou y Wang Bin


De ahí que después del éxito internacional de la película wuxia del taiwanés Ang Lee, El Tigre y el Dragón (2000), con actores taiwaneses, chinos, hongkoneses y la malaya Michelle Yeoh; dos años después, Zhang Yimou decida rodar Héroe. La epopeya situada en la época de “Los reinos combatientes” (259-210 a.e.C) período, insisto, que conforma el imaginario nacionalista chino, narra la historia de un guerrero que tiene la misión de matar al rey. Empero, el guerrero ‘Sin nombre’ decide perdonar al rey Qin, pues entiende que a pesar de su crueldad es el único capaz de restaurar la unidad y la paz entre los reinos combatientes.
    Si bien el tema ya había sido tratado por su colega Chen Kaige, El emperador y el asesino 1998, Zhang Yimou parece justificar en su narración fílmica la matanza de
Tiannanmén. De hecho, el director fue criticado, sobretodo al interior de China, por justificar con la película la represión que asegura la estabilidad, por reivindicar la China única y por hacer una apología del partido comunista chino. Cabría preguntarse, sin embargo, ¿qué épica no hace una apología del poder?

    Pienso, particularmente, en una serie norteamericana que los domingos del 2019 detenía la vida en la ciudad de México,
Games of thrones. En ella, se hacía la  apología de una élite blanca que sólo sabe vincularse con las mujeres a partir de la violación; de una nobleza fragmentada que disputa el poder y sólo se une cuando manda al genocidio a los Otros, a aquellos que provienen de lugares calientes y no son blancos. La epopeya popularísima se conocía con la abreviatura de GOT que en el sonido recuerda la palabra para dios en inglés "god". 


菊 豆 (Jú Dòu o Semilla de crisantemo)  Fuxi-Fuxi  de Liu Heng
Guión: Liu Heng



3- LA EXISTENCIA COMO JUEGO DE MÁSCARAS

Nunca hay que olvidar que a pesar de sus vínculos con el arte, el cine y la televisión son productos mediáticos. Están definidos por el mercado y el dinero y su gran importancia política radica en la posibilidad de imponer y proponer representaciones. Monsiváis solía decir que el cine daba permisos, en realidad crea ficciones envolventes que alimentan los imaginarios. Esta estética de cepa capitalista, empero, también es capaz de ofrecer sentidos y ambigüedades. Lo entendió muy bien Walter Benjamín al profetizar las posibilidades del cine para invocar y recrear los relatos mitológicos en la pantalla.
    Si bien la película Héroe es una superproducción millonaria, que evoca el imaginario nacionalista antiguo y une las tres chinas (China continental, Taiwan y Hong Kong) a través de sus actores, también ofrece una estética de la diversidad y de las máscaras. Este tercer rasgo del cine de Zhang Yimou, es quizás el más poderoso de sus películas. Aparece siempre, evidente o como elemento invisible que permite la sobrevivencia de los personajes. A veces es un objeto que enmascara las situaciones, y es usado por el director para potencializar los dos ragos de su cine: la fortaleza femenina y la ambigua relación entre poder y tradición.





 You and me, Opera de Zhang Yimou
La opera de Pekín ha sido determinante para el cine chino en general; sin embargo,
los escenarios, el lenguaje corporal, algunas tramas e incluso el rojo de la estética de Zahng Yimou sería incomprensible sin el transfondo de la opera. El director, con un pie en grandes producciones y creaciones operísticas sabe que el cine nunca debe olvidar su naturaleza teatral de representación, de máscara.



En Sorgo rojo, su primera película, la máscara aparece de manera evidente al cubrir el rostro del campesino que cambará la fortuna de la protagonista. La máscara también aparece como un elemento o color que enmascara situaciones. En Sorgo rojo, un palanquín de novia bermellón simula un intercambio de compra-venta; pero el viaje y el canto de los cargadores trastocan a la novia y encienden el amor.
    Lo mismo sucede en Ju Dou, los golpes y las torturas reiteradas del teñidor Jinshan a su esposa esconden su impotencia, pero los golpes, como vieja alquimia, convierten el deseo de Tianquing, sobrino del teñidor, en amor por la protagonista.
    En La linterna roja, unas lámparas rojas que se prenden y apagan según la voluntad del señor de la casa simulan el deseo de los hombres por sus esposas, en realidad encarnan el poder absoluto del patriarca sobre el cuerpo y la mente de las mujeres a través de las generaciones. Sobreviven a esta perversa arquitectura, quienes saben que la vida es una farsa, pero enloquecen aquellas que se toman el juego de la vida en serio.
    En Qiu Ju la ley urbana encubre las arbitrariedades cotidianas del poder pero también sus gentilezas.
   
Pero es quizás en Héroe donde la ambiguedad expresa una mirada trascendente. En una escena, el personaje de 'Espada rota' explica a sus alumnos que existen 27 formas de escribir la palabra espada. Subsistirán las 27 formas, añade, a pesar del poder que desearía una historia oficial, una etnia única y un lenguaje elemental. En realidad la caligrafía, donde se resguardan las palabras, oculta una verdad más allá del espadachín y del rey, más allá de los deseos, de la tradición y del poder: la caligrafía une en un todo lo que parece antagónico.             Probablemente Zhang Yimou responde a las críticas y a su aparente condecendencia política con las palabras de su personaje 'Espada rota' en Héroe que afirma: “la caligrafía es igual que la espada. El arma y el guerrero son uno. Luego el guerrero es el arma y todo su entorno es capaz de matar, hasta una simple hoja; por lo tanto el guerrero es uno con el entorno y el deseo de matar desaparece.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario