Esta generación hizo varios milagros,
salió del individualismo estéril y borró,
quizás por unos instantes, la división de castas
y el miedo de clases que laceran, hace siglos, esta tierra
Zyanya Mariana, en Charlas
de café
LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA;
132, Insurrección… que se creía solitaria (segunda parte)
132, Insurrección… que se creía solitaria (segunda parte)
A diferencia de la marcha del sábado, aparentemente
apartidista y en contra de EPN, la marcha del domingo era a favor de López
Obrador. En realidad muchos de los
que marcharon el sábado, “No vengo por mis tortas vengo por mis huevos”,
regresaron el domingo con los mismos carteles, -“Hay que estudiar, hay que estudiar
sino como Peña vas a quedar”, en contra del candidato puntero, según las encuestas-, y algunos
nuevos que me recordaron la insólita alianza del 88 entre Cuauhtemoc Cárdenas
y Heberto Castillo: “Chepina Chepina, tu mejor declina”. La gran diferencia con la marcha del sábado,
además del número de personas, es que la marcha del domingo la complementaron en la capital, parejas maduras y mujeres, madres de familia y abuelas:
“Adelitas somos las mujeres de López Obrador”, cantaban estas mujeres
regordetas y entusiastas. En el
provincia y, en el mundo, la marcha se complementó con agrupaciones que marchaban y grupos que se tomaban la foto, con consignas escritas, desde algún lugar en el extranjero y la difundían por las redes sociales. Como si fuera un temblor, una serpiente
invisible que camina bajo la tierra, esas fotos fueron llamadas Replicas.
mayo 20 y 2012, Replicas de la marcha en favor de López Obrador |
En la capital la cita fue en el
zócalo, poco a poco y con aire despreocupado fueron llegando grupos de amigos,
escritores, artistas, parejas de hombres y mujeres canosos, de esos que caminan
codo a codo en complicidad, y “adelitas”, muchas mujeres organizadas y casi uniformadas; todos se preguntaban
al llegar: Y qué hacemos ahora? Esperamos? va a venir López Obrador? Sin excepción cierto gesto de
frustración se dibujaba cuando se enteraban que nadie vendría a hablar. No había políticos, ni líderes sino una
respuesta individual a una convocatoria hecha desde las redes sociales.
Foto César Catsuu López |
Algunos contingentes de estudiantes de
la UNAM y el POLI, frente al vacío, empezaron a dar vueltas alrededor de la
plaza, jugando a encontrarse en los cruces para gritar: “Ese apoyo si se
ve”. Así hasta que algunos
iniciaron el grito: “Vamos al Ángel.
Aquí no vamos a tener ningún eco, nadie se va a enterrar de que vinimos
y fuimos muchos y fuimos varios.” El escritor Paco Ignacio Taibo, desde un templete improvisado y un micrófono sin volumen,
intentaba calmar el ánimo que exigía dirigirse al Ángel: Miren somos bastantes,
la plaza se ve llena aquí, acá y acullá, decía mientras señalaba con el dedo
los cuatro puntos cardinales. –Al
Ángel! se escuchó el griterío. –No
al Ángel no, puede ser peligroso, repetía Taibo, puede haber provocadores. Pero más tardaba su miedo y su
experiencia en expresarse que las agrupaciones de mujeres, ni tardas ni
perezosas, en salir por Francisco I Madero rumbo al Ángel. Algunos pensamos que seríamos pocos,
pero el gentío se juntaba y de repente la vieja esquina del Samborns de los
azulejos retumbó: el que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña. …Epigmenio Ibarra, periodista y productor de Argos
Televisión filmaba, desde la estatua de Cuitláhuac, la muchedumbre humana que
desfilaba por Reforma coreando: “Queremos escuelas no telenovelas; estamos
informados, no somos acarreados”, “Encuestas vendidas Peña no va arriba”.
Foto César Catsuu López |
Éramos muchos, el sol calentaba y de repente, a lo lejos, se escuchó un caracol: Tuuuuuuuuuuuu, armonía grave convocando lo profundo, como si
estuviéramos frente a un rito arcaico y renovador, o como si estuviéramos al
borde de una tragedia; Tuuuuuuuuuuu, se volvió a escuchar y un “México, México, México”
contenido respondió la invocación antigua. La marcha seguía, los autos parados miraban pasar a los
individuos agrupados en un carril, algunos dejaban notar su apoyo al tocar el
claxon, pero la mayoría conservaban un gesto de estriñidos apolíticos, algo
común en los rostros de conductores detenidos forzadamente por la circunstancia
de una marcha inesperada.
Foto César Catsuu López |
Incansables, las consignas se
multiplicaban: “Andrés a gobernar, Peña a estudiar”, “Gaviota, Gaviota, tu
esposo es un idiota”; no dejan de sorprenderme estas consignas y cantos que se
derivan del tropieza de Peña Nieto en la feria del libro. Es inculto, ciertamente, pero no debe
ser tonto quien fue elegido, desde chico por un linaje de 6 generaciones, de 6
gobernadores, y una maquinaria fundada en el dinero, para cumplir la profecía,
hecha por una bruja, de que un hijo de Atlacomulco sería Presidente de la
República.
Una sola familia ha detentado el poder durante 6 generaciones |
“Adelante, atrás aquí no hay
acarreados” gritan, y miro por donde dicen y me admiro al ver una mujer, entre
otras muchas que llegaron solas, caminar solita sin queja alguna, con un cartel
austero en la mano donde se lee: “Es un honor estar con Obrador”. Me conmuevo pero es al llegar al Ángel
cuando se me enchina la piel; los del POLI y los de la UNAM cantan “Gracias
Ibero por ese viernes negro”. De
repente, quizás el caracol, quizás el miedo, quizás las redes sociales, quizás
el narco, quizás nuestros 60 mil muertos, quizás la desesperanza quizás todo
junto en esa marcha, borró 500 años de historia y por un momento, mientras se
escuchaba el himno nacional, no hubo castas en México. Curioso pensaba al mirar la escena:
López Obrador volvió a tomar Reforma, pero esta vez él ni estuvo.
Sola llegó, caminó y apoyó |
La respuesta numérica del domingo fue
mayor que la del sábado, quizás 20 o 30 mil personas, pero también fue más popular,
más politizada y más dura: un cartel mostraba una secuencia de imágenes donde
la suma de Díaz Ordaz y Salinas era igual a Peña Nieto. La marcha del sábado,
en cambio, tenía un dejo de carnaval, de romería y sobretodo caminaba con menos
miedo rumbo al Ángel, como si las clases medias, más criollas, intuyeran que en
esta ciudad policéntrica su ombligo no es el zócalo sino el Ángel de la
Independencia.
La concentración del lunes, en cambio, fue absolutamente
política, masiva y simbólica. Se
congregó en la plaza de las tres culturas donde López Obrador fue el invitado
esperado y vitoreado. Ahí en ese
espacio, pequeño y grande, se sintetiza la historia de México; pirámides,
Iglesias coloniales y construcciones modernas se levantan unos junto a otros, las
une la historia y también la mancha roja que aún se recuerda en los muros
perfectamente limpios y pintados: hablo de la sangre caída, hablo de la matanza
de Tlatelolco un dos de octubre de 1968. (continuará)
Una secuencia que recuerda la matanza de Tlatelolco y las viejas prácticas del PRI, la dictadura perfecta, según Vargas Llosa |
También pienso que dada la diversidad de nuestro país es
necesario refundarnos como un país plurilingüe. Que de las 53 lenguas indígenas
que sobreviven hasta el día de hoy, se elijan 5 y junto al español se
conviertan en nacionales; que se le exija a todo profesional hablar una de
ellas, además del castellano. Es fundamental, por otra parte, que nuestra
capital recupere con su nombre, México Tenochtitlán, sus ríos, sus lagos y su
vieja vocación de grandeza.
Zyanya Mariana
Si quieres leer 132, Esto es Insurrección que se creía solitaria,
primera parte, aquí
tercera parte, aquí
http://editorialtariyata-zyanyam.blogspot.mx/2012/05/132-insurreccion-que-se-creia-solitaria_30.html
Si quieres leer 132, Esto es Insurrección que se creía solitaria,
Apostillas, aquí
Si quieres saber más del 132 lee:
Enrique Peña Nieto en la Ibero
De libros y proles
Cronología del 132 o del movimiento que creo EPN, Parte I, II
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