viernes, 25 de mayo de 2012

132, Insurrección que se creía solitaria II; LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA

ZyanyaM
Esta generación hizo varios milagros, 
salió del individualismo estéril y borró, 
quizás por unos instantes, la división de castas 
y el miedo de clases que laceran, hace siglos, esta tierra
Zyanya Mariana, en Charlas de café 

LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA;                           
132, Insurrección… que se creía solitaria (segunda parte)
A diferencia de la marcha del sábado, aparentemente apartidista y en contra de EPN, la marcha del domingo era a favor de López Obrador.  En realidad muchos de los que marcharon el sábado, “No vengo por mis tortas vengo por mis huevos”, regresaron el domingo con los mismos carteles, -“Hay que estudiar, hay que estudiar sino como Peña vas a quedar”, en contra del candidato puntero, según las encuestas-, y algunos nuevos que me recordaron la insólita alianza del 88 entre Cuauhtemoc Cárdenas y Heberto Castillo: “Chepina Chepina, tu mejor declina”.  La gran diferencia con la marcha del sábado, además del número de personas, es que la marcha del domingo la complementaron en la capital, parejas maduras y mujeres, madres de familia y abuelas: “Adelitas somos las mujeres de López Obrador”, cantaban estas mujeres regordetas y entusiastas.  En el provincia y, en el mundo, la marcha se complementó con agrupaciones que marchaban y grupos que se tomaban la foto, con consignas escritas, desde algún lugar en el extranjero y la difundían por las redes sociales.  Como si fuera un temblor, una serpiente invisible que camina bajo la tierra, esas fotos fueron llamadas Replicas.
mayo 20 y 2012, Replicas de la marcha en favor de López Obrador
En la capital la cita fue en el zócalo, poco a poco y con aire despreocupado fueron llegando grupos de amigos, escritores, artistas, parejas de hombres y mujeres canosos, de esos que caminan codo a codo en complicidad, y “adelitas”, muchas mujeres organizadas y casi uniformadas; todos se preguntaban al llegar: Y qué hacemos ahora? Esperamos? va a venir López Obrador?  Sin excepción cierto gesto de frustración se dibujaba cuando se enteraban que nadie vendría a hablar.  No había políticos, ni líderes sino una respuesta individual a una convocatoria hecha desde las redes sociales.

Foto César Catsuu López

Algunos contingentes de estudiantes de la UNAM y el POLI, frente al vacío, empezaron a dar vueltas alrededor de la plaza, jugando a encontrarse en los cruces para gritar: “Ese apoyo si se ve”.   Así hasta que algunos iniciaron el grito: “Vamos al Ángel.  Aquí no vamos a tener ningún eco, nadie se va a enterrar de que vinimos y fuimos muchos y fuimos varios.”  El escritor Paco Ignacio Taibo, desde un templete improvisado y un micrófono sin volumen, intentaba calmar el ánimo que exigía dirigirse al Ángel: Miren somos bastantes, la plaza se ve llena aquí, acá y acullá, decía mientras señalaba con el dedo los cuatro puntos cardinales.  –Al Ángel! se escuchó el griterío.  –No al Ángel no, puede ser peligroso, repetía Taibo, puede haber provocadores.  Pero más tardaba su miedo y su experiencia en expresarse que las agrupaciones de mujeres, ni tardas ni perezosas, en salir por Francisco I Madero rumbo al Ángel.  Algunos pensamos que seríamos pocos, pero el gentío se juntaba y de repente la vieja esquina del Samborns de los azulejos retumbó: el que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña.  …Epigmenio Ibarra, periodista y productor de Argos Televisión filmaba, desde la estatua de Cuitláhuac, la muchedumbre humana que desfilaba por Reforma coreando: “Queremos escuelas no telenovelas; estamos informados, no somos acarreados”, “Encuestas vendidas Peña no va arriba”.  
Foto César Catsuu López


Éramos muchos, el sol calentaba y de repente, a lo lejos, se escuchó un caracol: Tuuuuuuuuuuuu, armonía grave convocando lo profundo, como si estuviéramos frente a un rito arcaico y renovador, o como si estuviéramos al borde de una tragedia; Tuuuuuuuuuuu, se volvió a escuchar y un “México, México, México” contenido respondió la invocación antigua.  La marcha seguía, los autos parados miraban pasar a los individuos agrupados en un carril, algunos dejaban notar su apoyo al tocar el claxon, pero la mayoría conservaban un gesto de estriñidos apolíticos, algo común en los rostros de conductores detenidos forzadamente por la circunstancia de una marcha inesperada.  
Foto César Catsuu López

Incansables, las consignas se multiplicaban: “Andrés a gobernar, Peña a estudiar”, “Gaviota, Gaviota, tu esposo es un idiota”; no dejan de sorprenderme estas consignas y cantos que se derivan del tropieza de Peña Nieto en la feria del libro.  Es inculto, ciertamente, pero no debe ser tonto quien fue elegido, desde chico por un linaje de 6 generaciones, de 6 gobernadores, y una maquinaria fundada en el dinero, para cumplir la profecía, hecha por una bruja, de que un hijo de Atlacomulco sería Presidente de la República.
Una sola familia ha detentado el poder durante 6 generaciones

Adelante, atrás aquí no hay acarreados” gritan, y miro por donde dicen y me admiro al ver una mujer, entre otras muchas que llegaron solas, caminar solita sin queja alguna, con un cartel austero en la mano donde se lee: “Es un honor estar con Obrador”.  Me conmuevo pero es al llegar al Ángel cuando se me enchina la piel; los del POLI y los de la UNAM cantan “Gracias Ibero por ese viernes negro”.  De repente, quizás el caracol, quizás el miedo, quizás las redes sociales, quizás el narco, quizás nuestros 60 mil muertos, quizás la desesperanza quizás todo junto en esa marcha, borró 500 años de historia y por un momento, mientras se escuchaba el himno nacional, no hubo castas en México.  Curioso pensaba al mirar la escena: López Obrador volvió a tomar Reforma, pero esta vez él ni estuvo.
Sola llegó, caminó y apoyó
La respuesta numérica del domingo fue mayor que la del sábado, quizás 20 o 30 mil personas, pero también fue más popular, más politizada y más dura: un cartel mostraba una secuencia de imágenes donde la suma de Díaz Ordaz y Salinas era igual a Peña Nieto. La marcha del sábado, en cambio, tenía un dejo de carnaval, de romería y sobretodo caminaba con menos miedo rumbo al Ángel, como si las clases medias, más criollas, intuyeran que en esta ciudad policéntrica su ombligo no es el zócalo sino el Ángel de la Independencia.
La concentración del lunes, en cambio, fue absolutamente política, masiva y simbólica.  Se congregó en la plaza de las tres culturas donde López Obrador fue el invitado esperado y vitoreado.  Ahí en ese espacio, pequeño y grande, se sintetiza la historia de México; pirámides, Iglesias coloniales y construcciones modernas se levantan unos junto a otros, las une la historia y también la mancha roja que aún se recuerda en los muros perfectamente limpios y pintados: hablo de la sangre caída, hablo de la matanza de Tlatelolco un dos de octubre de 1968. (continuará)
Una secuencia que recuerda la matanza de Tlatelolco
y las viejas prácticas del PRI, la dictadura perfecta, según Vargas Llosa
También pienso que dada la diversidad de nuestro país es necesario refundarnos como un país plurilingüe. Que de las 53 lenguas indígenas que sobreviven hasta el día de hoy, se elijan 5 y junto al español se conviertan en nacionales; que se le exija a todo profesional hablar una de ellas, además del castellano.  Es fundamental, por otra parte, que nuestra capital recupere con su nombre, México Tenochtitlán, sus ríos, sus lagos y su vieja vocación de grandeza.
Zyanya Mariana


Si quieres leer 132, Esto es Insurrección que se creía solitaria,
primera parte, aquí
Si quieres leer 132, Esto es Insurrección que se creía solitaria,


No hay comentarios:

Publicar un comentario