lunes, 1 de julio de 2013

18.- Antología poética; Carlos & Zyanya

Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, 
y lo mejor de todo, despertar.
A. Machado






Todos los poetas hablamos de nuestro andar con los poemas de los otros.  Existen poemas que amamos, otros que perturban.  Allá de los que somos devotos. Aquí, algunos muy específicos que hablan de momentos guardados en la memoria y ciertos más murmuran acerca de nuestro linaje creativo.  Solemos leer a los maestros con afanes secretísimos de discípulo consentido o con desplantes de igualdad.  Todas las lecturas, sin embargo, son preciosas como plumas de Quetzal que nos coronan cual Penacho.  Para esta semana de caóticos finales de junio dos españoles.  Carlitos se decidió por un poema de Jorge Guillén;  yo elegí el único poema que, al leerlo o escucharlo (la infancia de mi madre estuvo rodeada de republicanos españoles), me produce envidia. Seguramente no es el mejor, ni el más trascendente en lengua española pero a mi me gustaría haberlo escrito y decir, ya vieja y nostálgica, he aquí mi retrato...




 
Jorge Guillén
Generación del 27
(Valladolid 1893-Málaga 1984)
@Carlos Azar

TRÉBOLES

Cada vez que me despierto
mi boca vuelve a tu nombre
como el marino a su puerto.
*
Este volver a empezar
cada jornada sin ti,
esta sensación de mar
que navego y ya perdí...
*
Como si mi voz te alcanzase,
murmura: Amour adoré,
¿No puedes oírme? No sé.
*
Vivos estamos en la frase.
¡Qué lejos ayer de hoy!
Hondo ayer: dos fuimos uno.
Hoy no estás y yo no soy.
*
Gentes que me son extrañas:
esas que me creen solo
sin ver que tú me acompañas.
*
Así voy sin ti: perdido
por entre gentes que anulan
nuestro amor bajo su olvido.
*
La Patria, lejos, en el lodo.
Soledades alrededor.
Navidad a pesar de todo:
hijos, su recuerdo, mi amor.
*
La memoria, malla a malla,
me cubre armando su mundo.
Interior, mi noche calla.
En tu recuerdo me hundo.
*
Ya te lo decía yo.
Era imposible el olvido.
Fuimos verdad. Y quedó.
*
Sobre esta misma almohada
me acompañó su cabeza.
Sé ya ahora cómo empieza
la blancura de la nada.
*
Despierto y como no estás,
no me suena el mundo a mundo:
nunca a solas no hay compás.
*
¡Estaba yo tan contento
de ser yo, yo para ti!
¡Qué alegría ser así
dos historias en un cuento!
*
Lo que un día me dijiste
de nuevo suena en mi oído.
La soledad no es tan triste.
Ser es también no haber sido.

Jorge Guillén











Antonio Machado
Generación del 98
(Sevilla 1875-Colliure, Francia 1939)
@ZyanyaMariana


RETRATO 
(1906)

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último víaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

Antonio Machado




En los años 60´s, todavía bajo la dictadura franquista, Alberto Cortés musicalizaría poemas que sutilmente reivindicaban la libertad y los valores republicanos.  Entre ellos el poema Retrato de Antonio Machado que posteriormente Serrat haría famoso en su disco dedicado al poeta español.

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