Saying nothing... sometimes says the most
Emily Dickinson
Una de mis pinturas predilectas es esta de Hokusai, el sueño de la mujer del pescador. Me gusta por su total ambigüedad. Esta mujer de ojos cerrados, de boca tomada, de cuerpo sitiado en la indolencia no sabe; no sabemos ni sabremos, si sufre o goza... ¿Pero sentiríamos los mismo frente al cuerpo de un hombre? Esa vaguedad, que oscila entre la perversidad y el misticismo y que pesa, se parece mucho a la condición de lo femenino; por lo menos a la que yo cargo.
Parecerá una perogrullada, le argumentaba a mi amigo Carlitos, decir que el mundo te trata diferente al verte en un cuerpo de hembra que en uno de varón. Incluso el saludo se tergiversa y a veces, concluí, me ahogo.
Stevie Smith /Florence Margaret Smith, (1902-1971) Kingston Upon Hull, Inglaterra, @CarlosAzar |
NO SALUDABA, ME AHOGABA
Nadie oía
al hombre muerto
y aun así
seguía gimiendo:
fui más
lejos de lo que pensaban
y no
saludaba, me ahogaba.
y ahora
está muerto
hacía
demasiado frío, dijeron,
su corazón
no resistió.
Oh, no, no,
no, siempre hizo demasiado frío
(y aun así
el muerto seguía gimiendo)
toda la
vida fui demasiado lejos
y no
saludaba, me ahogaba.
Stevie Smith
Stevie Smith
NOT WAVING BUT DROWNING
Nobody
heard him, the dead man,
But still
he lay moaning:
I was much
further out than you thought
And not
waving but drowning.
Poor chap,
he always loved larking
And now
he's dead
It must
have been too cold for him his heart gave way,
They said.
Oh, no no
no, it was too cold always
(Still the
dead one lay moaning)
I was much
too far out all my life
And not
waving but drowning.
Stevie Smith
Sylvia Plath (1932-1963)
Boston Massachussets, EU-Londres, Inglaterra
@ZyanyaMariana
Señora Lázaro
(traducción de Gloria Almendáriz)
Lo logré otra vez,
Me las arreglo
Una vez cada diez años.
Especie de fantasmal milagro, mi piel
Brillante como una pantalla nazi,
Mi diestro pie
Es un pisapapel,
Mi rostro un fino lienzo
Judío y sin rasgos.
Descascara la envoltura
Oh, mi enemigo,
¿Aterro acaso?
¿La nariz, las cuencas vacías, los dientes?
El apestoso aliento
Se desvanecerá en un día.
Pronto, muy pronto, la carne
Que la tumba devoró
Se sentirá bien en mí
Y yo una mujer que sonríe.
Tengo sólo treinta años.
Y como gato he de morir nueve veces.
Esta es la Número Tres.
Qué desperdicio
Eso de aniquilarse cada década.
Qué millón de filamentos.
La multitud mascando maní se agolpa
Para verlos.
Cómo me desenvuelven la mano, el pie
El gran desnudamiento.
Damas y caballeros.
Estas son mis manos
Mis rodillas.
Soy tal vez huesos y pellejo.
Sin embargo, soy la misma, idéntica mujer.
La primera vez que sucedió tenía diez.
Fue un accidente.
La segunda vez pretendí
Superarme y no regresar jamás.
Oscilé callada.
Como una concha marina.
Tenían que llamar y llamar
Recoger mis gusanos como perlas pegajosas/
Morir
Es un arte, como cualquier otra cosa.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Lo hago para sentirme hasta las heces.
Lo ejecuto para sentirlo real.
Podemos decir que poseo el don.
Es bastante fácil hacerlo en una celda.
Muy fácil hacerlo y no perder las formas.
Es el mismo
Retorno teatral a pleno día
Al mismo lugar, mismo rostro, grito brutal
Y divertido:
'Milagro!'
Que me liquida.
Luego una carga a fondo
Para ojear mis cicatrices, y otra
Para escucharme el corazón
De verdad sigue latiendo.
Y hay otra y otra arremetida grande
Por una palabra, por tocar
O por un poquito de sangre
O por unos cabellos o por mi ropa.
Bien, bien, está bien HerrDoktor.
Bien. Herr Enemigo.
Yo soy vuestra obra maestra,
Su pieza de valor,
La bebe de oro puro
Que se disuelve con un chillido.
Me doy vuelta y ardo.
No creas que no valoro tu gran cuidado.
Ceniza, ceniza
Ustedes atizan, remueven.
Carne, hueso, nada queda
Una barra de jabón,
Una alianza de bodas.
Un empaste de oro.
Herr Dios, Herr Lucifer
Cuidado.
Cuidado.
Desde las cenizas me levanto
Con mi cabello rojo
Y devoro hombres como el aire.
Silvia Plath
Boston Massachussets, EU-Londres, Inglaterra
@ZyanyaMariana
Señora Lázaro
(traducción de Gloria Almendáriz)
Lo logré otra vez,
Me las arreglo
Una vez cada diez años.
Especie de fantasmal milagro, mi piel
Brillante como una pantalla nazi,
Mi diestro pie
Es un pisapapel,
Mi rostro un fino lienzo
Judío y sin rasgos.
Descascara la envoltura
Oh, mi enemigo,
¿Aterro acaso?
¿La nariz, las cuencas vacías, los dientes?
El apestoso aliento
Se desvanecerá en un día.
Pronto, muy pronto, la carne
Que la tumba devoró
Se sentirá bien en mí
Y yo una mujer que sonríe.
Tengo sólo treinta años.
Y como gato he de morir nueve veces.
Esta es la Número Tres.
Qué desperdicio
Eso de aniquilarse cada década.
Qué millón de filamentos.
La multitud mascando maní se agolpa
Para verlos.
Cómo me desenvuelven la mano, el pie
El gran desnudamiento.
Damas y caballeros.
Estas son mis manos
Mis rodillas.
Soy tal vez huesos y pellejo.
Sin embargo, soy la misma, idéntica mujer.
La primera vez que sucedió tenía diez.
Fue un accidente.
La segunda vez pretendí
Superarme y no regresar jamás.
Oscilé callada.
Como una concha marina.
Tenían que llamar y llamar
Recoger mis gusanos como perlas pegajosas/
Morir
Es un arte, como cualquier otra cosa.
Yo lo hago excepcionalmente bien.
Lo hago para sentirme hasta las heces.
Lo ejecuto para sentirlo real.
Podemos decir que poseo el don.
Es bastante fácil hacerlo en una celda.
Muy fácil hacerlo y no perder las formas.
Es el mismo
Retorno teatral a pleno día
Al mismo lugar, mismo rostro, grito brutal
Y divertido:
'Milagro!'
Que me liquida.
Luego una carga a fondo
Para ojear mis cicatrices, y otra
Para escucharme el corazón
De verdad sigue latiendo.
Y hay otra y otra arremetida grande
Por una palabra, por tocar
O por un poquito de sangre
O por unos cabellos o por mi ropa.
Bien, bien, está bien HerrDoktor.
Bien. Herr Enemigo.
Yo soy vuestra obra maestra,
Su pieza de valor,
La bebe de oro puro
Que se disuelve con un chillido.
Me doy vuelta y ardo.
No creas que no valoro tu gran cuidado.
Ceniza, ceniza
Ustedes atizan, remueven.
Carne, hueso, nada queda
Una barra de jabón,
Una alianza de bodas.
Un empaste de oro.
Herr Dios, Herr Lucifer
Cuidado.
Cuidado.
Desde las cenizas me levanto
Con mi cabello rojo
Y devoro hombres como el aire.
Silvia Plath
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