miércoles, 10 de abril de 2013

Otredades en la lucha magisterial, LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA

Bajo cualquier circunstancia 
debe uno ponerse de lado de los oprimidos, 
incluso cuando van errados, 
pero sin perder de vista que ellos están amasados 
con el mismo barro de sus opresores. 
Emil Cioran
De l'inconvénient d'être né, 1973




No, colegas, no es una revolución educativa lo que necesitamos en México; requerimos de una revolución cultural. Que sustituya a la televisión por el libro; a la chatarra por la comida sana, al sillón por el ejercicio, a la corrupción por la transparencia, a la flojera con “h” (holgazanería) por el esfuerzo, a las fiestas por el trabajo, y a la pachanga por el respeto.  Después de todo, cuánta gente no hay con mucha educación y a la vez mal educada y corrupta; y cuánta gente no existe con poca educación, y a la vez, bien educada, sana, decente, ética y proba.

Eduardo Andere
Académico del ITAM



LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA,
Otredades en la lucha magisterial


Esta semana indignada ante el comentario fácil o frente a la violencia con que los medios han difundido los actos de los maestros en Guerrero, me dediqué a buscar información que cubriera los hechos desde otros enfoques.  Difícil tarea, a la poca información hay que sumarle que algunos textos son malísimos, a otros les falta análisis y los más son simple testimonios pero que repiten el problema de una información sesgada.  Para entender la crisis de hoy hay que abandonar los medios y buscar en los especialistas como Eduardo Andere y Hugo Aboites.  
Recupero sin embargo algunos datos para sostener cuatro premisas: 1. La censura mediática, 2. la diversidad cultural prevaleciente en México, 3. la importancia histórica de las luchas magisteriales y un cuarto punto que se deriva del tercero. 4. el poder de Elba no sólo proviene de ella y su persona sino de la historia de los maestros en México.
  




1. La censura mediática no es nueva en México, viene de lejos.  Antes apenas nos enterábamos de los disidentes, periodistas, u opositores desparecidos o acallados.  Pero basta echarse una buceada en el portal de Wikileaks sección México; como lo ha hecho recientemente el investigador y especialista en narcotráfico Alejandro Hope, para darse cuenta de ello.  Tenemos memoria corta y ya olvidamos que hace apenas unos meses, en plena campaña electoral, la censura fue el nudo central de la lucha del #YoSoy132.  Como eran de la Ibero, blanquitos y clase medieros la respuesta de la ciudadanía fue de apertura.  Cabría recordar que ese no es el fenotipo de los maestros y por lo tanto el racismo que hemos inoculado durante 500 años nos prejuicia frente a la lucha de "los no bonitos".  "Si son indios, míralos que podías esperar", he escuchado más de una vez.  

2. Nuestros prejuicios olvidan que México es el segundo país en número de lenguas 52 (sin contar el español ni las variantes dialectales), sólo después de la India; que somos unos de los países con mayor diversidad geográfica y por lo tanto cultural y física.  ¿por qué ahora frente a las reivindicaciones locales nos asustamos?     Para cualquiera que conozca el país, su diversidad culinaria y topográfica, entiende que las necesidades de Oaxaca no son las mismas que las de Michoacán, que un mismo examen para todos sin una debida preparación es casi una perversidad.  Eso lo entendieron perfectamente los Franciscanos, Dominicos y Agustinos que aprendieron las lenguas para conquistar a México evangelizándolo.  Esos religiosos idealistas no querían hacernos españoles, sólo cristianos; pero el centro la metropolí, como hoy la élite en México, insistía en hispanizarnos.  Hoy en "modernizarnos".




María Felix llevando en el rebozo el ideal juarista, laico e ilustrado



General Lucío Cabañas 
3.- En su nota de la Jornada Luis Hernández Navarro contextualiza las luchas magisteriales y nos recuerda la histórica y larga tradición magisterial sin la cual, curiosamente, no podríamos entender la modernidad del país y el poder de los líderes sindicales del SNTE.  Nunca hay que olvidar que los artífices de la modernidad en las sierras y el campo mexicano a principios del siglo XX fueron los maestros.  Hasta María Felix tuvo que encarnar a Rosaura, en la película Río Escondido del Indio Fernández, una maestra rural y sus vicisitudes.  Fueron los maestros que en sus largas caminatas y sus posiciones, en aquel entonces, innovadoras, quienes se opusieron a los poderes tradicionales y caciquiles que gobernaban el país desde la Colonia pasando por los movimientos independentistas.  Fueron ellos quienes llevaron el laicismo y la Ilustración, con todas sus luces y sombras, al mundo del maíz. 
Genaro Vásquez, subió a la sierra
a finales de los años 60's
He ahí la raigambre de su fuerza, de su linaje.  Tampoco hay que olvidar que Guerrero, en particular tiene una historia de lucha, que fueron maestros Lucio Cabañas y Genaro Vásquez; ambos egresados de la escuela normal rural de Ayotzinapa.  Tampoco habría que olvidar que justamente esa fuerza, de la cual también emanaban líderes guerrilleros, fue temida por el partido que los impulsó dentro de un proceso de institucionalización y por una clase industrial que exigía paz para el intercambio comercial.



Lucio Cabañas como maestro/Archivo Gregorio y Marta Selser




Para controlarlos surgieron los lideres sindicales.  Entre los más recientes se encuentran el fundador del movimiento interno del SNTE, llamado Vanguardia Revolucionaria del magisterio, el maestro Jongitud Barrios que terminó desplazando al viejo líder,  Manuel Sánchez Vite, aliado de Echevarría.  Pero en el 88 los maestros, como el país, se transformaron y adquirieron voluntad propia.  En plena coyuntura electoral se revelaron.  Marcharon junto a una sociedad organizada después del sismo y que irremediablemente era otra después del 85.  Marcharon junto a la oposición que se deslindaba del PRI y se aglutinaba alrededor del movimiento de Cuauhtémoc Cárdenas.  Y sobretodo marcharon junto a los PANistas de Clouthier y a la izquierda que se oponía al fraude electoral y a la caída del sistema desde la Secretaría de Gobernación. 




Manuel Clouthier, el líder moral del PAN y
Cuauhtémoc Cárdenas, líder moral del PRD,
juntos después del fraude electoral. 
Maquío, como le llamaban sus seguidores,
murió, un año después, en un accidente automovilístico.



Salinas nunca le perdonó a los líderes sindicales que se hubieran unido a la oposición; lo consideró una traición casi personal.  Al llegar al poder encarceló al que controlaba los dineros, el líder sindical de PEMEX, Joaquín García Hernández, conocido como la Quina.  Y se deshizo del que controlaba la "estabilidad social" del país después del sexenio negro de Echeverría.  Muy posiblemente ahora suceda lo mismo, un cambio de líderes en el marco de un examen que se quiere universal.
  
La famosa "Paz Social", orgullo del PRIismo, se tambaleaba a fianles de los 90; era necesario otro líder.  En su lugar, porque la paz social más allá de un eslogan es una herramienta para controlar la diversidad, el salinato impuso a la Maestra Elba Esther Gordillo; un líder particularmente flexible.  



El maestro Jongitud y Gordillo, hace algunos años

Allende su inteligencia, que nada tiene que ver con sus cirugías estéticas o vicios, la habilidad política de la maestra se fundó en la flexibilidad que tuvo para entender la diversidad de las necesidades magisteriales en los diferentes estados.  Por supuesto su olfato y capacidad operativa las utilizó para su bienestar personal y no para el de los agremiados.  Pero si Elba era tan poderosa no sólo se lo debía a sus personalísimas características sino a la historia del magisterio que se apropió.   


Si los líderes de maestros han sido, son y serán tan poderosos es porque el magisterio, como herramienta de paz social, es fundamental para la permanencia de cualquier partido en el poder. Pero además en términos ciudadanos las luchas de los maestros han caminado paralelas a las luchas y conquistas sociales.  Sin ellas no podemos entender el siglo XX mexicano. 


También pienso que dada la diversidad de nuestro país es necesario refundarnos como una nación plurilingüe. Que de las 53 lenguas indígenas que sobreviven hasta el día de hoy, se elijan 5 y junto al español se conviertan en nacionales; que se le exija a todo profesional hablar una de ellas, además del castellano.  Es fundamental, por otra parte, que nuestra capital recupere con su nombre México Tenochtitlan, sus ríos, sus lagos y su vieja vocación de grandeza.
Zyanya Mariana

PS: Hoy se esperan tres marchas, algunas vinculadas al SNTE.  Tienen razón algunos articulistas, como Rúben Aguilar Valenzuela en su nota de hoy del Economista, cuando afirman que las manifestaciones no deberían atentar a terceros. Olvidan sin embargo que si no atentan a terceros y al país entero entonces la manifestación en la calle pierde su sentido y fuerza negociadora.  En un mundo ideal dialogaríamos en función del bienestar del país en el marco de un Estado de Derecho.  Desgraciadamente en un mundo real las negociaciones son como mesas de poker, gana el que tiene además del As bajo la mesa, la pistola.  En México  vivimos bajo un estado de "legalidad" que en realidad es un derecho a la carta que sólo sirve para los que están sentados a la mesa de juego.

La Belleza tiene muchas formas.
Maestros luego del desalojo en el Zócalo, septiembre y 2013

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