ZyanyaM
"Habemus Papam",
Joseph Aloisius Ratzinger; publicada
Joseph Aloisius Ratzinger; publicada
EL DOMINGO 25 DE ABRIL Y 2005
OPINIÓN, PERIÓDICO MILENIO
LO QUE PASA EN LA CAMA PASA EN LA PLAZA;
Habemus Papam, en tres actos;
1.-Crónica de un
Patriarca; Joseph Aloisius Ratzinger
Poco menos de dos
horas bastaron, después de la aparición de Ratzinger (1927), en el balcón de
San Pedro, para que el Observatorre Romano sacara una edición especial del Papa
265, Benedicto XVI. Para muchos el
anuncio no fue sorpresivo. Desde
principios de año, frente a la degradación de la salud de Juan Pablo II, la
prensa norteamericana y, otras posteriormente, habían especulado acerca de la
posible sucesión del cardenal Ratzinger. Rumor sustentado por el indudable brío intelectual del bavarés y que
dividía a la opinión.
Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger |
Para algunos era el cardenal más
detestado de la curia que solía humillar a sus colegas pero para otros, era la
superioridad intelectual y espiritual.
En todo caso una mezcla de factores, como la sinceridad indefectible del
papa Wojtyla que lo había mantenido, contra viento y marea, en su puesto de
guardián de la doctrina durante 23 años y, una cierta elegante soberbia del
personaje lo convirtieron, las últimas semanas de Juan Pablo II, en un heredero
natural. No era su delfín, no es
la tradición, pero le confió susurrante la meditación del cristo en la
cruz. Así el Viernes Santo, un 25 de marzo, todo
se confundía : Un Jesús agonizaba mientras otro resucitaba denunciando “las
manchas de la Iglesia”. Después,
todo se encadenaría muy
rápido.
Benedicto PP XVI (19 abril y2005-renuncia 11 febrero y 2013) Papa #265, Profecía de Malaquías Papa #111, "la Gloria de los olivos" Los benedictinos tienen el símbolo del olivo. |
Los cardenales
todavía sorprendidos por la muerte del pontífice, e inexpertos frente a la
preparación del cónclave, vieron en él un maestro natural: Ratzinger quien
presidiría las exequias, quién pronunciaría un sermón sorprendente, recibiría
también las condolencias del mundo.
Fue él, que para evitar presiones, da la consigna del secreto absoluto
del precónclave. Involuntariamente
las miradas de los jóvenes cardenales convergen en él buscando el pilar de una
iglesia fuerte.
Giacomo Paolo Battista della Chiesa, hijo de marqueses. Benedicto XV, Papa #258 (1914-1922) Profecía de Malaquías #104 "La religión devastada" |
2.- La regla monacal
Benedicto, el
bendecido, bien puede aludir a su antecesor Benedicto XV (1914-1922). Teólogo como él y, acusado de
conservador, fue el papa del derecho canónico de 1917. De férrea disciplina, abogó durante la
primera guerra europea por una “paz justa y durable” y señaló la carnicería que
“deshonraba Europa”. Muy
consciente de la europeídad y, su misión civilizatoria, se abocó a la “obra
misionera” y justificó la disciplina antimodernista. Sin embargo, el nombre de ambos recuerda a san
Benito(480-547) fundador del monaquismo benedictino y su regla, pilar del monaquismo e inspirada
en la “regla del maestro”. Este
patriarca monacal intentaba
facilitar la conversio morum: “La vocación del monje es la misma
vocación del bautizado… llevada a su culminación”.
En una época sin monjes concebir el papado como una gran monasterio “una
escuela al servicio del señor” es no sólo simbólico sino profundamente
realista. Cabe recordar que la
orden benedictina equilibraba su existencia entre el trabajo y la oración (ora
y labora). Esfuerzo constante para no depender de
las vicisitudes externas y oración, entendida como alejamiento (conversión) del mundo.
Curiosamente este tercer voto: Conversión “separado del mundo” pasó a ser, paradójicamente, un factor de civilización en
occidente. Popularmente solemos
creer que la espiritualidad y el conocimiento son exclusivamente para aquellos que se han alejado del
mundanal ruido. Al elegir como
sucesor de San Pedro a un alemán, “protestador” como Lutero y prefecto de la
congregación para la doctrina de la fe (ex Santa Inquisición), la Iglesia
católica no priorizó la continuidad… sino la eternidad.
3.- San Benito, Patrón de Europa
San Benito de Nursia (480-547) |
Los católicos
latinoamericanos suelen olvidar que el catolicismo no sólo es una religión
importada, sino un pilar de la hegemonía europea en el mundo. Fue el primer
instrumento colonizador en el llamado “Nuevo Mundo” y ha reforzado
constantemente el sistema mundo-europeo (Europa, riqueza y centro del mundo
frente a un planeta periférico y pobre). Quizás por ello Leonardo Boff,
representante de la Teología de la liberación y, ex franciscano, haya afirmado
que el nuevo papa favorecería la
globalización y el hambre en el mundo: “Temo por el futuro de la Iglesia
que va a radicalizarse, sin el carisma de Juan Pablo II (...)” Quizás, lo cierto es que las verdaderas
inteligencias nunca van al ritmo de las modas.
Entrada a la abadía de Cluny... lejos del mundanal ruido |
Si el mundo le ha dado la espalda al catolicismo
tradicional, un católico inteligente no está obligado a hacer lo mismo; por el
contrario debe buscar en los orígenes aquello que fundó la grandeza de la
Institución. Esa era la línea de
Juan pablo II y la del nuevo papa, estemos o no de acuerdo. Ambos restauran la grandeza eurocéntrica y la Edad Media, Benedicto XVI sin el Mass media de Juan Pablo II. No es casual que Ratzinger se oponga
tajantemente a la inclusión de Turquía en la Comunidad Económica Europea: “La
integración de Turquía a la Unión
europea sería un gran error (…)
Turquía debe ser respetada en sus valores identitarios. Debe formar un continente cultural… con los países árabes" (2004). Al fin y al cabo el Islam
es el gran enemigo de la Europa blanca y cristiana desde antes de las
cruzadas. La prensa ha enfatizado: "Islam versus occidente", "liberal versus conservador"; desgraciadamente la vida es más compleja que las divisiones
maniqueas.
El último gran oblato (ofrecido), acatando la Regla de San Benito |
¿Conservador?, en sus
años mozos se le identificaba como el brazo derecho del cardenal Joseph Frings,
arzobispo de Colonia, y uno de los militantes del ala reformista de la
Iglesia. En esa época, Ratzinger defiende la “descentralización” en el gobierno de la Iglesia y las
reformas a los métodos del Santo oficio.
Muy pronto el Reformador se estremece, dicen, frente al nihilismo de los
años 60’s. Sin embargo dos
experiencias transgresoras mutaron al futuro papa: 1) la aplicación anárquica
del Concilio Vaticano II y, 2) los eventos de mayo del 68.
No debería extrañarnos, el 68 marca una ruptura radical poco estudiada en sus consecuencias. Una fisura que se manifiesta como crisis económica (fin del crecimiento industrial sostenido), política (enfrentamiento a las propuestas europeas de desarrollo: tanto capitalista en América latina como socialista en Europa central), colonial (critica al imperio a partir de los procesos traumáticos de descolonización) y, finalmente, las más importante para un teólogo, la ideológica. Ratzinger intuye, que el mayo del 68 inaugura un pensamiento deconstructivista que desacraliza la columna vertebral del poder europeo de los últimos 500 años. Los valores absolutos ceden a "la Imaginacion al poder". La condena a la “dictadura del relativismo” también censura las historias de poder y sexualidad de un Foucault homosexual; la inclusión de la otredad de un Levinas judío y los principios subjetivos de un Derrida laico.
No debería extrañarnos, el 68 marca una ruptura radical poco estudiada en sus consecuencias. Una fisura que se manifiesta como crisis económica (fin del crecimiento industrial sostenido), política (enfrentamiento a las propuestas europeas de desarrollo: tanto capitalista en América latina como socialista en Europa central), colonial (critica al imperio a partir de los procesos traumáticos de descolonización) y, finalmente, las más importante para un teólogo, la ideológica. Ratzinger intuye, que el mayo del 68 inaugura un pensamiento deconstructivista que desacraliza la columna vertebral del poder europeo de los últimos 500 años. Los valores absolutos ceden a "la Imaginacion al poder". La condena a la “dictadura del relativismo” también censura las historias de poder y sexualidad de un Foucault homosexual; la inclusión de la otredad de un Levinas judío y los principios subjetivos de un Derrida laico.
Orden de san Benito, OSB Orden contemplativa, de claustro y silencio. Diciplinados bajo la Regla |
En ese mismo sermón del 18 de abril, afirmará que “a mayor asimilación de
una religión al mundo mayor su superficialidad” (Voto benedictino de "Estabilidad"). El miedo al relativismo no es exclusivo
del nuevo Papa, es un fantasma que recorre tanto al europeo medio, amenazado
por las migraciones tercermundistas; como a los pensadores hegemónicos intimados por
la popularidad de otras culturas.
Es cierto que su critica al relativismo no deja de tener ciertos
fundamentos: la oferta religiosa actual se ha convertido en un mercado para
satisfacer egos y deseos masivos; pero no en todos los casos. A sabiendas de ello, su respuesta
ecuménica para otras religiones antiguas y fuertes, es muy clara: “La
iglesia universal, una, santa, católica y apostólica; no es la hermana, mas la
madre de todas las Iglesias…" (octubre
2000).
Su perspicacia lo lleva más
lejos de las humanidades y sostiene, en su conferencia en Nôtre Dame, Paris
(abril 2001) el sometimiento de la ciencia a la fe: “Sin fe la ciencia deviene cruel y pierde criterios”. Digno heredero de San Agustín (su tema
de tesis de licenciatura se tituló: El pueblo de Dios en San Agustín),
no se ha dejado deslumbrar por los brillos paganos y los devotos del dios-ciencia. Sabe que las
especulaciones e investigaciones del AND terminarán por cuestionar la
existencia del alma. En efecto,
más allá de la miseria humana que contrabandea, mata y paga para obtener
órganos; el transplante y cultivo de células implica una pregunta fundamental
para la cristiandad: ¿cultivar genes significa cultivar pedazos de alma? Qué decir al respecto, tan sólo que el sol no gira
alrededor de una tierra de superficie plana y que el hombre no es el centro del mundo.
Zyanya Mariana, abril y 2005
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